martes, 24 de mayo de 2011

Querido diario: 14 de octubre de 2008. Money will love you II.

Analizar....

...Es todo lo que necesito, analizar el siguiente relato. La canción causante de este revuelo entre mi hermana y yo ya está en su lugar, ya ha quedado apresada entre las líneas del otro día

Analizar...
Un giro bajo la lluvia:

......''Todavía recuerdo fielmente aquellas palabras, unas palabras dulces pero firmes, alegres y entregadas a su causa…quizás una causa idealizada, quizás una causa ingenua, pero desde luego una causa que hizo replantearme la mentira que estaba viviendo…

Yo, hasta entonces, y desde que terminé mis estudios universitarios, había subsistido a base de los negocios. Conseguí acceder rápidamente a una de las empresas con más renombre de la zona, y gracias a una serie de imprevistos, bien producto de la suerte o bien producto del destino que ya planeaba algunos de los contratiempos que acontecerían meses más tarde, obtuve rápidamente un alto cargo provisto de elevados ingresos. El estado de bienestar y confort se revelaba ante mí, aunque no actué exactamente como había escuchado a todos aquellos ejecutivos que durante mis primeros días en la empresa accedieron a guiarme. “Recuerda, aquí lo importante son los beneficios y progresos de la empresa, y luego tú”. “Desconfía de todos, no esperes nada de nadie, cada uno estaremos aguardando el momento correcto para actuar y obtener elogios y recompensas que estimulen nuestros ingresos económicos; recuerda que este es el mundo real, así que no tengas compasión ante nadie si de ti y tus progresos se trata”. Estos avisos, que en un principio amistosamente extendían en conversaciones tratando de demostrarse la gran experiencia que habían recogido durante años, no tardaron en materializarse al advertir mi rápida mejora en la empresa. El recelo de estos ‘experimentados’ que a pesar de sus supuestas destrezas no alcanzaban un alto cargo cómo al que yo había sido expuesto en tan poco tiempo no se hizo esperar, y una feroz campaña ruin, indigna, basada en el desprestigio y las mentiras, y alimentada por la envidia y la antipatía que se había suscitado entre mis compañeros frente a tal repentino ascenso sirvió de detonante. –‘Te lo avisamos, no tenemos compasión ante nadie, y menos ante un novato que amenaza nuestros progresos’- fueron algunos de los comentarios que dejaban en el aire cuando estaba cerca, esperando mi reacción al oírlos…

Malmetidos y totalmente enemistados son las dos palabras que definen  mis últimos días en la empresa, y sus resultados los que aclaran el porqué de mi despido. Incluso el más optimista no hubiese tardado en entender que en el mundo en el que me había metido, la conformidad de la mayoría suprime a la verdad, y cualquier incidente que pudiese poner en peligro el sucesivo rendimiento de la empresa sería extirpado con rapidez. Así que, lejos de la verificación de si los hechos por los que había sido culpado eran verdad, lejos de la situación personal en la que me encontraba o lejos de la futura situación económica en la que me encontraría por falta de ingresos, fui despedido, tal y como me habían avisado mis buenos compañeros, ‘sin compasión’. Parece mentira que el estado de bienestar que tan sólo un par de meses atrás se revelaba como verdad ineludible, los sueños y aspiraciones que le acompañaban y el simple anhelo de superación que éste suscitaba, parece mentira que fuese sustituido por una angustiosa pesadilla de incertidumbre y derrota, y no sólo angustiosa por el hecho de haber consumido mi experiencia presente, sino porque presentaba ante mí un agotador futuro, un futuro ensuciado por aquello que no aprendí en aquella empresa, y que parece que a partir de ahora tendría que tener en cuenta para ser algo útil en la vida. Poco a poco, iba adentrándome en los entresijos más oscuros de mi existencia, y comprendí que sólo así obtendría un reconocido y envidiado éxito capaz de dar cuerda a mi vida…

Sumido bajo esta borrosa atmósfera de miedo y rencor hacia quienes me enseñaron el mecanismo de todos y cada uno de aquellos pasos que debería dar en el mundo laboral, junto al egoísmo y la avaricia de volver a retener en mí el confort y la autoestima que un buen estatus económico me aportó anteriormente, continué mis siguientes años de actividad, sin importar cuantas veces fuera necesario justificar acciones o decisiones injustas y deshonestas para alcanzar y acercarme más a alabanzas personales. Una balanza desajustada desde un principio en el calibrado de sus medidas continuó a mi favor durante mucho tiempo, llegando a controlar todas las maniobras y artimañas necesarias para descalibrar aún más. Verdad o mentira, por fin alcanzaba el éxito.

Fue entonces, cuando, la burbuja que durante tantos años había soportado el peso de mi aislamiento y abandono hacía lo que realmente creía que era el mundo real, una burbuja que custodiaba mi vida y de la cual era imposible salir, se rompió con una fragilidad similar a la de los sentimientos que habían permitido mi entrada en ella: pánico e incertidumbre.
No recuerdo el día, ni la hora ni la fecha, no recuerdo el lugar, solo recuerdo sus palabras…''

.....................

Agotador, por hoy ya ha sido suficiente... Tengo la mano cansada de escribir y sólo puedo recurrir a un par de líneas más para rematar el día de hoy. 
Mañana retomaré la tarea con ánimo....

Hasta entonces....dormiré....


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