Hace menos de un mes que descubrí a un director surcoreano de cine que me cautivó: KIM KI-DUK.
El haber encontrado una de sus películas….otro nuevo juego entre lo predestinado y la casualidad, por mucho que me cueste aceptarlo...
Después de haber visto su tráiler recomendado en la sección de ‘extras’ o ‘también recomendamos’ de otros DVDs, nunca llegó a convencerme del todo. Pero definitivamente, hace casi un mes, al sentarme en el asiento correcto, al lado de la persona correcta, y en el momento correcto, escuché un breve comentario de un desconocido que se encontraba a mi lado en el mismo vagón de metro. Y justo cuando yo comenzaba a recordar el tráiler de la película Hierro III, y comenzaba a vacilar sobre si merecía la pena verla o no, este gran desconocido comentó a su acompañante cuánto le había gustado una película que vio esa misma mañana. Añadió al final, tras un alago al papel de los dos protagonistas, el nombre de ella: …''Hierro III''…
En la siguiente parada, ambos bajaron ya del tren.
Sorprendido por el acontecimiento, me tomé esa pequeña conversación a la que no había sido invitado como algo personal, algo a lo que tenía que dar respuesta, y así decidí alquilar la película y, sobre las nueve de la noche, me senté en una silla deseoso de ver cumplidas las expectativas que había improvisado en mi mente después de escuchar aquella recomendación desconocida…
Con más de una docena de películas estrenadas desde 1996, Kim Ki-duk no ha cesado su intensa actividad como cineasta, y particularmente quedé encantado con este filme, que además obtuvo un gran prestigio internacional.
El argumento, sencillo; Las reflexiones que arrastran cada imagen, movimiento o sonido, profundas y difíciles de meditar. (Ver video con banda sonora, youtube)
Tae-suk (el chico de negro de la fotografía de arriba) es un indigente que, a pesar de tener estudios para sustentarse económicamente, se dedica a hospedarse cada noche en casas cuyos dueños sabe que están ausentes. El truco es muy fácil: colocar propaganda publicitaria en el pomo de la puerta principal. Si esta sigue intacta hasta la noche, significará que nadie se halla dentro y puede acceder.
<<La idea se me ocurrió en octubre del año pasado. Estaba quitando un folleto que estaba pegado en la cerradura de la puerta de mi casa cuando de pronto se me ocurrió que todas las casas que tenían esa publicidad intacta durante varios días debían de estar vacías. La imagen de una casa vacía en la que no entra nadie me llevó a la historia de una persona muy solitaria, aislada de los demás, y decidí hacer una película acerca de un hombre que entra en ella y colma ese vacío con calidez. Kim ki-duk.>>
Tae-suk no se dedica a robar ni causar desperfectos, simplemente se alimenta con la poca comida que encuentra en cada casa, y como muestra de agradecimiento, hace la colada o arregla las averías domésticas que encuentra. Al día siguiente abandona la casa tal y como la encontró y empieza otra nueva búsqueda.
Un día, tras acomodarse en una ostentosa casa, y haber comprobado que su dueño se encuentra de viaje, conoce inesperadamente a una mujer, una mujer encerrada en una casa vacía, Sun-hwa. Se trata ni más ni menos que una antigua modelo que vive maltratada por su marido.
Cuando ambos se encuentran, Sun-hwa no se alarma, no llama a la policía. En cambio, tiene la esperanza de que con la aparición de este peculiar personaje consiga escapar de la vida que lleva sufriendo. Mientras, Tae-suk se muestra inevitablemente atraído por la bella y desconocida mujer, y en cuanto vuelve su marido y su actitud violenta se manifiesta, Tae-suk libera a Sun-hwa, empezando para los dos un nuevo periodo en sus vidas: El joven tendrá que aprender a inmiscuirse aún más para pasar desapercibido ante los ojos de los seres humanos si quiere volver a acercarse a Sun-hwa, mientras que ella dará fin y forma a su nueva vida, y orientará cada paso al amor que siente por el joven, para volver a verle, solo es necesario sentirle, ellos dos saben que solo necesitan sentirse….
......
Desde el punto de vista de un simple espectador (ya aviso que no soy ningún experto en el mundo del cine, y esto es solo de una opinión personal), el primer aspecto que más me sobrecogió fue la capacidad del director de mantener una coherencia y unión a lo largo del filme, pero a lo largo de un filme ausente de diálogos…
El protagonista, no pronuncia ni una palabra durante toda la película, y la protagonista solo menciona dos frases, que además no van dirigidas a él. Aún así, cada emoción y la evolución que quiere mostrarse queda fantásticamente reflejada. En cambio, las voces del mundo exterior, la voz del marido de la ex modelo, y muchas otras voces si tienen sonido. Esto seguramente no haya sido una elección aleatoria del director, sino que nos esté animando a reflexionar: ¿Es necesario la palabra para que dos personas se quieran y tengan una relación? ¿Hasta dónde la pureza de no hablar para no manipular aquello que se puede explicar sin palabras? ¿Por qué durante la película parece que lo más justo no tiene voz para defenderse pero en cambio lo que es injusto es lo primero que queda plasmado en palabras?
Si dedicamos unos minutos a reflexionar después de verla, por mucho que creamos que se trata de una historia de amor y liberación ficticia, quizás no sea solo eso y también esta ficción nos revele la más pura realidad…
Y encamino este último argumento con otra cavilación de la película: ambos personajes, que parecen vivir en mundos distintos, encuentran una misma cuerda a la que amarrarse. Un extremo de esa cuerda, sujetado por la mujer, pertenece íntegramente a la realidad, cruel como ella misma por los abusos de su marido. En cambio, el otro extremo, se encuentra más allá de la imaginación, el joven vive al más puro estilo utópico. De vivienda en vivienda, deja rastro de su existencia con pequeñas alteraciones de la rutina, pero a la vez desaparece sigilosamente, sus movimientos son discretos, siendo una duda si su presencia es real y efectiva o no.
Y esta cuerda que ambos han aferrado, no la pueden volver a soltar. Esa es la razón de su inseparable atracción, que se convertirá en el fin que ambos quieren forjar.
Ahora han aprendido a compenetrarse… El joven tira de su extremo y arrastra a Sun-hwa hasta su lado, es un desahogo para ella escapar de la realidad que la atosiga. Pero la mujer también se impulsa desde su extremo y empuja a Tae-suk. Le ayuda a familiarizarse con el mundo exterior, del que parece querer alejarse.
El resultado final: la tercera imagen. Dos personas en la misma báscula. Pero su peso es nulo, cero. Ellos, existen, ¿Acaso no se les ve? Pero…. ¿Cómo se sienten ellos? ¿A qué realidad corresponden que no tienen peso…? Ahí es donde perfectamente se puede comprobar la viabilidad de la pareja.
Han conseguido moldear una realidad que les impedía volver a estar juntos, creando la suya sin olvidar que se hallan en otra mucho mayor y feroz. Y de este modo, sincronizando las carencias y excesos de cada protagonista en su correspondiente extremo de la cuerda, llegan a un punto intermedio, un punto donde pueden coexistir y sobrellevar sus vidas… Solo ellos dos saben dónde están… cómo están….y cuánto han tenido que sacrificar…
Y como nota final, para aquellos dudosos que desconfíen de que además de tratarse de una historia de amor el director intentaba ir más allá con su creación, la película se cierra con una nota aclaratoria, una breve frase que inconscientemente hizo sacudir mi cabeza de arriba abajo en señal de asentimiento….
Con esta nota, cierro este post. Dejo las puertas abiertas a todos aquellos que, sin necesidad de haber visto HIERRO III, quieran abandonar un comentario simpatizando o no con las sensaciones que esta película quiere plasmar, lejana por su situación geográfica, pero no tan distante por tratar sobre nosotros mismos… incluso en la otra punta del globo…
<< Ahora que soy un fantasma, ya no siento deseos de buscar una casa vacía. Ahora me siento libre de ir a la casa en la que vive mi amada y besarla. Nadie sabe que estoy allí. Excepto la persona que me espera… Siempre llega alguien para la persona que espera… Llega, seguro… hasta para la persona que espera…
Este día del año 2004, alguien abrirá el candado que bloquea mi puerta y me liberará. Confiaré ciegamente en esa persona y la seguiré a donde sea sin que me importe lo que pueda suceder… Hacia un nuevo destino…
Es difícil saber si el mundo en que vivimos es sueño o realidad. >>
Kim Ki-duk.
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