Pero... ¿Qué llevas en la mano?
Nunca pensé encontrarte aquí. Me pillas de compras. Un regalo para mi hermana, me he escapado de Palencia para comprárselo. Desde Nochebuena estoy con ella en el pueblo.
Veo que no has cambiado nada... ¿Estás recuperada? El veinticuatro de hace un año, ya sabes... Me alegro de que vuelvas a coger el coche sin miedo.
Te debo una cena. Y cállate... ¡No me amargues la tarde anda!
Echo tanto de menos las clases a tú lado, tu voz... Llámame sin falta, pasaremos otra noche más, juntos. Como muchas otras antes de Navidad...
>>Diciembre del 2011, vísperas de Año Nuevo.
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